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3 días en MALDIVAS

Día 1: Llegada a Male y rumbo a Maafushi (9-8-18)

Cogimos el vuelo a las 6:00h de la mañana y para las 7:00h estábamos en Hulhumale (la isla del aeropuerto). Llevábamos sin dormir unas 26 horas por todos los nervios acumulados en el aeropuerto (ver Sri Lanka al final), y para colmo no habíamos comido apenas.; solo pensábamos en descansar en el hotel "Holiday Lodge Maldives". En el aeropuerto cogimos una lancha rápida compartida rumbo a Maafushi (la isla que habíamos elegido por ser local y estar muy cerca del aeropuerto; no queríamos pegarnos la paliza de 3 o 4 horas en barco) que nos costó $25 a cada una y que ya habíamos contratado con el hotel, aunque hay un montón que te pueden llevar sin necesidad de contratar con antelación. Al llegar a la isla, nos estaban esperando con el letrero del hotel y un carro para llevar las mochilas. Nos dimos cuenta de que habíamos elegido bien porque la habitación era enorme y muy bien decorada, con césped en el suelo; la isla no era muy grande, así que todo estaba cerca. Había 4 chicos/as valencianos y dos argentinas esperando para realizar una actividad de “half day snorkeling” que incluía 3 puntos de snorkel, parada en un sand bank, vista de delfines nadando, comida, música y buen rollito. A pesar de nuestro cansancio, no quisimos desaprovechar la oportunidad y nos unimos al grupo que esperó a que nos cambiásemos. Fue una experiencia inolvidable; vimos cantidad de peces de todos los tipos, colores y formas, corales, tortugas, tiburones e incluso una manta raya gigante. El equipo de snorkel nos grababa y echaba fotos continuamente para que pudiésemos recordar cada momento. Al cambiar de punto de snorkel a divisar a los delfines me mareé bastante y me tuvieron que dejar en el sand bank con la chica argentina para que descansáramos. Mientras tanto, el grupo (incluida Jennifer) divisaron un montón de delfines nadando en libertad. Dice que fue una pasada. Volvieron y disfrutamos de la comida (sándwich de atún y ensalada + papaya) en la sand bank; reportaje de fotos con dron incluido y a otro punto de snorkel. La verdad que ese rato me sirvió para coger fuerza, alimentarme y seguir con la excursión. Al llegar al hotel, nos duchamos y nos echamos una siesta necesaria. Vimos el atardecer que se veía perfecto desde la habitación y salimos a dar una vuelta por la isla. Como teníamos la cena incluida en el precio del hotel la aprovechamos (carta: pollo masala, ensalada cesar, ternera con salsa no picante); estaba muy rica. Decidimos ir a la cama como locas para descansar y estar lsitas para el siguiente día.

Día 2: Descubriendo Maafushi & súper "BOATPARTY" (10-8-18)

Nos encanta el amanecer y estando en maldivas no iba a ser menos. A las 5:30h estábamos arriba para ver el amanecer desde el otro lado de la isla. Llegamos justo a tiempo pero había bastantes nubes. Aun así fue bonito ver como se reflejaba el sol en ese agua con tanta calma. Volvimos a la cama y nos despertamos a las 9:00h para desayunar (incluido en el precio); buffet de huevo, salchichas, tostadas, revuelto típico de maldivas (atún, cebolla, lechuga), pan de torta, fruta y zumos. Volvimos a la habitación y otro ratito a dormir; la verdad que el día era complicado porque estábamos reventadas de nuestro viaje por Sri Lanka y la noche en el aeropuerto; el cuerpo nos estaba avisando de que había que tomárselo con calma. Por eso, playita, zumos frescos en el chiringuito, buena compañía y poco más. ¡¡¡Relax total!!!

Comimos en la misma playa un plato de fruta fresca y un sandwich. A las 16:30h movimos de la playa para darnos una ducha porque habíamos quedado con todos los del hotel para ir a ver el atardecer desde un barco en el que se podía beber alcohol (el único sitio de la isla). Tampoco vimos mucho, es más, fue más bonito cuando el sol ya estaba dentro y quedó un color rosado-rojizo precioso. Como éramos bastantes no nos hizo falta nadie para montar nuestro "guateque" y sacar a todo el barco a bailar. Les pregunté a los locales que había allí bebiendo si podía poner música y ellos se animaron también; nos lo pasamos pipa viendo sus movimientos tan extravagantes al bailar. Por cierto, la cerveza ni más ni menos que $6. Para las 19:30h nos volvimos con la lancha (cada media hora/ gratuita) para cenar con la intención de volver después. El camarero del hotel no se enteraba de nada y no nos trajo nada de lo que le habíamos pedido, pero como somos las dos de buen comer no nos importó. Mientras cenábamos conocimos a una pareja vasca con la que estuvimos “resolviendo el mundo” hasta media noche. Tocaba ya cerrar sábanas; después de todo, Maldivas es para relajarse ¿no?

Día 3:  Compritas y nos vamos a Hulhumale (11-8-18)

Otro amanecer en la isla; mejor que el del día anterior. Vuelta a la cama y a desayunar. Empezamos a preparar las mochilas para dejarlas listas para la hora del check out (12:00h); las bajamos abajo y pagamos el hotel. Estuvimos aprovechando el último día de playa que nos quedaba hasta casi las 15:00h de la tarde (con fresh coconut incluido) y después fuimos a comprar regalitos por la cantidad de tiendas que había; la verdad que la isla era muy pequeña y la visitabas muy rápido; mientras lo hacíamos encontramos un colegio y yo entré para ver como era y en que se parecía o se diferenciaba a los coles de nuestro país. Decidimos comer algo de fruta en el hotel antes de ir a Hulhumale porque a las 17:00h venía la lancha rápida (speedboat) para llevarnos a la isla del aeropuerto donde hacíamos noche antes de nuestro vuelo. Para las 17:45h ya estábamos en el aeropuerto sentadas esperando a que el personal del hotel viniese a buscarnos con la intención de ver el atardecer desde la playa. Estos tardaron un montón y ya salimos de allí casi de noche. El hotel "Express Inn at Hulhumale" era bastante pobre pero con buena situación. Salimos a dar una vuelta por el mercado (el rastro) que había debajo y quisimos visitar un poco la ciudad. Las viviendas eran barracones modernos numerados, tenían muy buenas instalaciones en sanidad y un centro comercial de diseño que nos sorprendió bastante. Finalmente, cenamos en “Bombay restaurant” platos típicos de la india. Yo me caía de sueño y nos fuimos a descansar para el día siguiente; aunque Jennifer no pudo dormir muy bien por el ruido de la orquesta que había abajo.

Día 4:  Lo bueno siempre se acaba (12-8-18)

A las 6:45h suena el despertador para hacer por ultima vez la mochila. A las 7:30h bajamos a desayunar (incluido en el precio del hotel) y rápido fuimos a esperar al bus que venía a las 8:00h. La parada estaba en la misma esquina así que no nos llevo mucho tiempo; en 20 min estábamos en el aeropuerto con tiempo para hacer todos los controles con tranquilidad. Dentro del aeropuerto cambiamos las rufiyaas que nos habían sobrado (10€), algo es algo; el vuelo era a las 10:15h con una escala de 2 horas en Doha. Llegamos a Barcelona y cogimos un bus que nos llevaba a casa de nuestra amiga Lydia donde íbamos a pasar la noche para volver a casa al día siguiente.

MALDIVAS FUE UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSA CON LA MEJOR PERSONA CON LA QUE LO PODÍA HACER; AMANTE DE LA NATURALEZA Y DE LAS LARGAS CAMINATAS, DISPUESTA A PROBAR LA GASTRONOMÍA DEL PAÍS Y A DORMIR DEBAJO DE UN PUENTE SI FUERA NECESARIO. 

AMIGA, GRACIAS POR COMPARTIR ESTA EXPERIENCIA CONMIGO Y HACERME DISFRUTAR DE CADA MINUTO VIVIDO A TU LADO RODEADAS DE SEMEJANTES PAISAJES, LARGAS CASCADAS Y LA DIVERSIDAD DE ANIMALES DESCONOCIDOS QUE NOS QUEDABAN POR DESCUBRIR.

SRI LANKA & MALDIVAS, OUR TRIP TO  THE PARADISE

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