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Marrakech  & Desierto del Sahara

Día 1: Llegada a Marrakech (01.12.18)

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La llegada fue bastante rapidita desde Barcelona con la compañía "Vueling" ya que el día que volábamos nosotros todavía no había empezado el puente de la Constitución en las demás Comunidades Autónomas. Eso se agradece porque te quitas toda la operación salida en los aeropuerto y en los controles. Lo que nos costó un poco más fue la larga espera en el chequeo de inmigración una vez llegados a Marrakech.

 

Éramos 9 personas y eso dificulta un poco todo el tema del transporte. Por ello, en vez de tener que coger un taxi para ir al albergue, cogimos 2 por 40€ (previamente apalabrado con el responsable del albergue).

Llegamos sobre las 14:00h y nada más llegar decidimos cambiar dinero para comer en algún restaurante con comida típica marroquí. El cambio lo hicimos en el restaurante/hotel “Ali change” (1€= 10,656 MAD).


Comimos enfrente del mismo hotel para descansar y probar su comida. El restaurante se llamaba “Snack mogador fish” (buen precio y comida típica marroquí).

  • Mix fruit y Zaluk (berenjena con salsa) tumaca, y curry de entrantes.

  • 2 Tagine de pollo, 2 couscous, tangia y dos de pasta = 40MAD/ por persona

Tras reposar el viaje y la comilona que nos habíamos pegado (esta comida llena muchísimo) dimos un paseo por la plaza Jemaa el fna, la mezquita Koutoubia y el zoco para hacer unas compritas (jabones, aceite de argán...). Te puedes perder horas y horas dentro de él, aunque como en muchos otros paísesque he visitado, te intentan timar y engañar por todo. Hicimos un montón de fotos con la mezquita y el atardecer de fondo mientras escuchábamos la llamada al rezo. 

 

A las 20:30h decidimos ir a tomar algo a “Le Salama”. Nos lo habían recomendado y sin duda me encantó este sitio; mojitos, decoración, disfraces, bailes y
shisha!!! Un ambiente espectacular dentro del caos de la ciudad. Las bailarinas interactuaban con nosotros mientras nos ponían unos gorritos rojos tipo aladín. ¡¡Un acierto!! Eso sí, el mojito 120 MAD y la shisha 150 MAD; demasiado caro para los precios que estabamos viendo. 

Al ir tantas personas nos costaba mucho más movernos de los sitios porque nos encanta una sobremesa o una charla entre risas y buen ambiente. Tras esto, y como era el primer día (toma de contacto) nos fuimos a cenar a “fina mama” por 75€ entre los 9 que estábamos. Hay que decir que comimos muy bien pero todo a base de pizzas y crepes; estas últimas enormes y con trocitos de fruta por dentro y por fuera.

Como por las noches refrescaba bastante nos fuimos caminando al hotel que estaba justo al lado de la plaza principal metido en una de las calles del zoco; la ubicación era perfecta pero no se podía hacer mucho ruido y eso a nosotros como que NO. Somos demasiado escandalosos a la hora de hablar y reírnos. Como solo había dos duchas para toda la planta del hotel (3 habitaciones de 10), decidimos turnarnos para que unos se duchasen a la mañana y otros a la noche. Yo era de las del turno de la noche; esa ducha caliente al terminar el día me dejaba relajadísima para dormir a gusto y coger el día siguiente con fuerza.

Pincha en la pluma para conocer algunos consejos que te ayuden en el viaje

Día 2: Paseo en Calesa y olorosos cutideros (02.12.18)

Como era de esperar, lo primero que hicimos fue un FREE TOUR mañanero con Adil. Este tour es bastante completo visitando toda la Medina, el zoco, el barrio judío, el palacio Dar Si-Said por 30 MAD cada uno (ya que estamos...), herboristería (farmacia que llaman ellos) con demostración y por supuesto “con opción a compra”. Está todo más barato en las tiendas del zoco, así que no cometáis errores de novatos como hicimos nosotras. Vimos casi todo a excepción de las Tumbas Saadies o al Palacio Bahía. Aprendimos muchas cosas como:

  • Los 4 colores más importantes de Marrakech (ocre, azul, verde, blanco)

  • Al adhan - Nombre para la llamada a la oración

  • Caldereros (trabajan el cobre), marroquinería (hacen babuchas)

  • Hay una madera en la pared en la última esquina antes de la mezquita para que los ciegos sepan que han llegado a ella

  • Último movimiento de la oración: tocarse 7 puntos del cuerpo. Las mujeres no lo hacen porque "se supone" que al agacharse despistan a los hombres.

  • “La prisa mata”: Lema de los herreros; les hacen encargos pero lo hacen con la calma, no se sabe el tiempo que van a tardar.

  • La piel del dromedario sirve para las suelas, babuchas y botas, la piel de vaca para los bolsos y la del cordero para las cazadoras

  • Medersa (escuela): tenían que aprender el Corán para ir a la universidad. A los 2 años se tenían que casar para no desconcentrarse de sus estudios intentando buscar una mujer. Después de acabar ya podían disfrutar de su matrimonio.

  • Hay fuentes en casa o en los Riad porque se lavan todas las partes del cuerpo 3 veces las 5 veces que rezan al día. Todo es impar para respetar a un solo dios (1-impar/todo-impar)

  • La cocina es un medio de comunicación, si las mujeres preparan buenos platos significa que todo va bien en la relación.

  • Un hombre puede tener hasta 4 mujeres simpre que pueda mantenerlas (cada una con su espacio y su vida independiente de las otras).

La verdad que el guía era muy majo y nos decía donde echar fotos bonitas y donde comer barato. Le dimos 5€ por persona al finalizar. La única pega que le pondría seria el poco rato que había para disfrutar de la verdadera esencia del zoco. Teníamos que ir todo el grupo en bloque y a veces era complicado. Terminamos para las 14:15h más o menos y nos fuimos directos a la “fábrica de pieles- curtideros” (tanneries). Fuimos en calesa hasta allí por 300 MAD los dos carros ida y vuelta (unos 20 minutos). La verdad que cuando vas en grupo grande te lo pasas genial haciendo este tipo de cosas.

Una vez en los curtideros nos hicieron una ruta sin apenas explicación pidiendo dinero al final. Echan la piel en cal viva (cordero, vaca, dromedario), la dejan reposar y le quitan el pelo para echarlas en excrementos de las palomas y que reposen. El olor de este sitio es casi imposible de soportar. Nos dieron menta para poder estar un rato dentro sin marearnos. Creemos
que no fue el sitio más acertado porque era pequeño y no nos explicaron apenas el 
proceso. Además, no estaban conformes con lo que les dimos de propina y se enfadaron de tal manera que nos llegaron a insultar y a empujar. Fue un rato bastante
desagradable.

 

Cuando salimos, las calesas nos esperaban para dejarnos en la plaza de nuevo. Volvimos a cambiar dinero en el mismo sitio al mismo precio y fuimos a comer en “porto fino”; pasta, ensaladas y burgers. Y como no, unas crepes enormes. Ya no
podemos vivir sin ellas. No fue del todo barato (1880 MAD entre 9; pidiendo 1 plato para cada uno (5) + 2 platos para dos + 2 de chips + 2 ensaladas cesar, 8 crepes enormes y dos helados + agua y dos cervezas. ¡¡¡Completo!!! Nos quedamos en la terraza para ver de nuevo el maravilloso atardecer entre risas y cánticos. Luego dimos un paseo por el zoco y volvimos al hotel.

La tarde fue un poco pobre a la hora de visitar la ciudad, pero creo que es importante tener estos ratitos que te permiten llevarte una experiencia completa, tanto de viaje como de amistad.

Día 3: Essaouira (03.12.18)

Madrugamos para ducharnos, desayunamos unas tortitas con mermelada, café, té y pan árabe, vamos, lo mismo que los días anteriores (desayuno en el hotel) y a las 8:30h nos fuimos para la excursión a Essaouira. La cogimos previamente en el hotel para concretar el precio; en esta ciudad hay que dejar muy claro lo que se va a pagar. Va con retraso y salimos a las 9:30h desde la plaza Jemaa El Fna. Por el camino paramos para ver las cabras encima de los árboles; ¡por supuesto con comisión! Y después otro tanto de cooperativa de aceite de argán. Llegamos allí alrededor de las 13:00h y fuimos directos al puerto donde hay un olor un poco peculiar (peor que el mercado de Negombo, Sri Lanka).

 

Pasear por las calles de Essaouira te da la paz que necesitas tras estar dos días dentro de la Médina de Marrakech. Las puertas son azules y las paredes blancas; como somos unos curiosos nos metimos por las callejuelas poco turísticas para ver el verdadero pueblo pesquero. La gente es muy agradable y no te agobian intentando timarte; puedes hablar con ellos, preguntarles por su cultura e incluso echarte unas risas. Gente muy amigable. No paramos a comer porque a las 14:30h teníamos que volver al autobús y el poco tiempo que teníamos lo queríamos aprovechar al máximo. Compramos unas bolsas, mandarinas y algo de agua. Las tiendas son más caras pero de mejor calidad que en el zoco de Marrakech. Después de pasear nos fuimos a la playa para disfrutar de los 25 grados que teníamos y de cómo pegaba “Lorenzo”. Los únicos baños que encontré en esa zona estaban en un restaurante con terracita en el que no solo tenías que consumir para utilizarlos, sino que tenias que sentarte un rato para tomar algo (nada de un botellín de agua). La gente de aquí te llega a desesperar. Para las 16:30h listos y a punto para marchar. Esta vez solo hicimos una parada en un área de servicio para ir al baño; aun así nos costó 3h y media llegar al centro de Marrakech. La excursión costó 25€/por persona pero la verdad que los disfruté.

 

Nada más llegar fuimos al hotel para reservar la excursión del día siguiente al desierto (75€/persona) y a cenar a la plaza principal (Jemaa el Fna) carne a la brasa y picoteo; se parecía mucho a la comida de las ferias en fiestas. Nos trataron muy bien y la comida no era del otro mundo pero estaba rica. El número de restaurante era el 34 (hay un montón en la plaza). Son muy pesados intentando convencerte de que vayas a su restaurante, pero en un principio resultan graciosos porque tienen frases aprendidas como “más barato que el Mercadona”, “en este sin diarrea” o “marisco Antonio Recio” (385 MAD= 2 brochetas de carne, una brocheta mixta, dos ensaladas, un arroz, pollo a la brasa y cordero, sopa, pan y agua).

CONSEJO: Solo comer la carne a la brasa, o la sopa, lo demás no merece la pena.

 

Y para no variar, una crepe de postre en un pequeño restaurante local al lado del hotel "Snack Adam"(1,5€= crepe de nutella y fresas; 1,3€= nutella). Compramos un kilo de mandarinas por 10 MAD en un puesto de la calle para el día siguiente que nos esperaba un viaje muyyy largo. Duchita y a la cama.

Día 4: Rumbo al desierto de Merzouga (04.12.18)

Hoy tocaba... ¡¡MADRUGÓN!! Nos levantamos a las 6:30 porque comenzaba nuestro viaje al desierto de Merzouga durante 3 días; Nos había costado 75€ con una excursión que ofrecía el hotel. La verdad que era muy pero que muy barata, luego entenderéis la razón. Montamos en un minibus en el que viajábamos 15 persona (nosotros 9 + 6 personas más) y era bastante estrecho para tantas horas de viaje; aunque todas las excursiones llevaban el mismo transporte.

 

Después de 4 horas de viaje, con una parada en el camino, llegamos a Ait Ben Haddou, el pueblo en el que se han rodado muchas películas como Gladiator, Indiana Jones, Alibaba y los 40 Ladrones y series como Juego de tronos. Tuvimos 45 minutos para disfrutar del espectacular paisaje, a pesar de la nula explicación por parte de los guías, exceptuando al final de la excursión donde muestran fotos de los rodajes y finalizan con una breve canción tocada y cantada,con la que nos animamos y reímos bastante. Para comer no hay elección ya que te llevan a uno de los restaurantes que quedan de paso (menú 110 MAD/persona) y aunque parecía que nos metían un poco de prisa para terminar, mereció la pena la comida; eso sí, otra vez cuscús y tajine. Media hora después llegamos a Ouarzazate y tuvimos 15 min para verlo, pero con la buena temperatura decidimos tumbarnos a tomar el sol y aprovechar para comprar el “chach” (el pañuelo de la cabeza para el desierto) por 40 MAD. La verdad que la ciudad no merecía la pena, más que una ciudad era un estudio de rodaje con alguna atracción dentro, bares y tiendas. Más viaje en el minibus y llegada al “hotel”, si se le puede llamar así, en el que nos alojábamos esa noche. La habitación era un horror y hacía mucho frío como para dormir sin saco o sin mantas buenas. A pesar de las dos mantas que pusieron, no era suficiente. La comida estaba bien pero ya estábamos un poco saturados de cuscús, sopa y mandarinas.

 

Era noche cerrada y se veían las estrellas súper nítidas así que decidimos salir al balcón y disfrutar de algo tan espectacular como eso. Por mucho que creáis que en verano se ven las estrellas desde el balcón de vuestras casas o desde algún monte alejado, no tiene nada que ver. Esto es para VIVIRLO.

Para calentarnos un poquito, nos juntamos todos en una habitación y estuvimos jugando a imitar películas y personajes mediante la mímica, haciendo tutoriales de cómo ponerse el típico pañuelo bereber y mil cosas más; se nos daba fenomenal.

Aguantamos hasta las 1:30 de la madrugada más o menos y nos fuimos cada uno a nuestra habitación a pasar una noche congeladora (ilusos de nosotros no sabíamos lo que nos esperaba el día siguiente).

Día 5: Desierto de Merzouga (05.12.18)

Madrugón, para no variar, y directos al “Saharaaaaaaaaaaaaa”. Tuvimos mala suerte porque la organización para montar en los camellos que había a la llegada al desierto no era precisamente muy buena. Al ir 9 personas no había todavía camellos para tantos y tuvimos que esperar, esperar, esperar y desesperar hasta que se hizo de noche. Estuvimos protestando porque en la excursión contratada se incluía el atardecer en camello y nosotros ya nos lo habíamos perdido. Para compensar nos prometieron ver el amanecer al día siguiente. También hay que decir que nos encantó montar a caballo bajo todas las constelaciones que divisábamos. Había momentos de miedito porque al bajar las dunas no veías nada y parecía que el camello se iba a caer. La confusión no fue del todo mala porque aprovechamos para echarnos fotos con el atardecer desde las dunas más bajitas.

 

El camino de la entrada a nuestro campamento bereber fue totalmente de noche. Ver las estrellas de esa manera era una maravilla; nunca las había visto igual. Íbamos bien abrigados y tampoco pasamos frío en ese momento; creo que era culpa de los camellos que te transmitían bastante calor.

 

Al llegar al campamento estaban todos los del grupo reunidos para empezar a cenar. Casi ningún grupo había tenido buena experiencia con la organización del tour. Nos dieron de cenar cuscús (muy poco) y nos llevaron a hacer una “mini” hoguera para bailar y cantar alrededor. Personalmente creo que esto también estaba bastante mal organizado, ya que se veía la falta de preparación. Nos incitaron a subir a la duna (más grande de lo que esperábamos en principio) y estuvimos en la parte alta viendo las constelaciones y disfrutando de la paz de aquel lugar. Podías diferenciar la osa menor y mil más que vimos en una app del móvil. Aguantamos un poco más al calor de la hoguera y al final nos fuimos a la cama.

 

Ahora viene el porqué de no contratar esta excursión. FUE LA PEOR NOCHE DE MI VIDA SIN LUGAR A DUDA; NO HABÍA PASADO TANTO FRÍO NUNCA; pero frío de no poder dormir y tener que moverme cada 5 minutos para que no se me quedase la cadera congelada a pesar de llevar dos jerséis, dos pantalones, el abrigo, el pañuelo en la cabeza y en el cuello y dos mantas. En resumen, que no dormimos nada.

CONSEJO ESENCIAL: O pagáis más para una excursión mejor que ésta u os lleváis saco de dormir de montaña para pasar la noche.

Día 6: Amanecer en el desierto de Merzouga (06.12.18)

Nos levantamos para ir al baño, por decir algo porque no habíamos dormido nada y el baño era la arena del desierto, y tuvimos que cruzar una duna enorme para llegar hasta los camellos. Allí nos esperaban nuestros amigos los bereberes para llevarnos a la puerta de salida. Ver el amanecer desde las dunas y luego desde el camello no tiene precio. El desierto es enorme y te envuelve ese color mostaza que se crea con los rayos del sol por la mañana. Es inexplicable lo precioso que es ese lugar. Todo lo demás de este día fue la vuelta en furgoneta parando solo a comprar comida e ir al servicio. Llegamos a Marrakech por la noche y cansadísimos; de nuevo ducha y a la cama.

Aunque la excursión había sido un desastre, todos coincidimos en que era una de las experiencias más fantásticas que habíamos vivido. A pesar de todo, LO RECOMIENDO 100%.

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Día 7: Jardín Majorelle y compris (07.12.18)

Teníamos el día más o menos tranquilo y nos permitimos el lujo de no madrugar tanto  como los demás días. A las 9:00h fuimos a desayunar y a dar un paseo (largo) hacia la parte nueva de Marrakech para ver el jardín Majorelle. Todo pintado de “Majorelle Blue"; el pintor francés Jacques Majorelle (1886-1962) necesitó cuarenta años de pasión y dedicación para crear este encantador jardín en el corazón de la "Ciudad Ocre" (¿Recordáis los 4 colores que os comenté anteriormente? Este es uno de ellos) . En el link podeis encontrar los horarios y precios (70 MAD/ Adulto).

 

Después de nuestro paseo bajo un sol abrasador nos fuimos a pasear por El Barrio judío porque decidimos no visitar ni las tumbas sahadies ni el palacio Bahia. Creímos que no merecía la pena y nos apetecía mucho más entrar en la verdadera esencia de Marrakeck, el ZOCO. 

 

Para contentar a todos los del grupo estuvimos buscando algo para comer un poco más al estilo europeo; Encontramos una cafetería con muchas pastas y dulces además de una variedad de platos en carta. Se podía comer pizza, hamburguesas, sándwiches con baguete, wraps... Estaba en el interior del zoco y se llamaba Patisserie restaurant café; nos costó  572€ en total. Probamos por primera vez la “pastilla” típica de esta ciudad. Es una especie de pastel de carne dulce con una base blanda, hojaldre en la parte superior recubierto de azúcar glas y canela. Muy, pero que muy recomendable.

 

Nos fuimos de compras recorriendo las largas y estrechas callejuelas del zoco de Marrakech. Gastar, gastar y gastar. Sinceramente no me pareció tan barato como esperaba, ya que yo llevaba la idea de poder regatear muchísimo más. Compramos sobre todo especias (140g=20 MAD), hierbas medicinales (dependía de cuál era la hierba 100g=30 MAD), perfumes en trozo (mejor calidad en las cooperativas; 1=20 MAD) llaveros, imanes (10 MAD), pastas en los puestitos de la calle (30 MAD= 15 pastas)... Creo que aún lo podríamos haber sacado a mejor precio contando que éramos 9 y comprábamos más o menos lo mismo. Nos hicimos un tattoo de hena en la plaza (20 MAD; no cojáis por más porque te dicen que es dependiendo del dibujo pero les da igual uno grande que uno mediano). Cenamos en el mismo sitio que el día anterior; el restaurante cutre pero barato de al lado del hotel. Tardaron una eternidad (45+/-) y por fin a las 23:30 nos sirvieron para llevar. Algunos habíamos pedido un bocadillo para probar del puesto de enfrente que nos habían dicho que era muy bueno. Creo que costaba 25 MAD/ por bocadillo y nos parecio barato para lo rico que estaba.

Habíamos quedado para cenar todos juntos en la terraza chula del albergue y después tuvimos noche de preparativos y para la cama con las maletas hechas.

Día 8: Vuelta a casa (08.12.18)

El vuelo de vuelta lo hacíamos en dos tandas. El primer grupo se fue hacia las 5 de la mañana para llegar bien al aeropuerto porque los controles son bastante lentos (demasiado). Cogimos dos taxis (1º-45€/ 2º-15€). A mi amiga Lydia y a mi aun nos dio tiempo a tomarnos el desayuno incluido en el precio del hotel e ir sobre las 9:30 al aeropuerto; teniendo el vuelo a las 14:00h de la tarde. Aun así no llegamos muy holgadas de tiempo teniendo en cuanta que tuvimos que esperar las últimas para hacer el check in y que había mucho retraso porque era operación salida porque se acababa el puente de la Constitución.

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