Llegamos a Paris a las 15:10h al aeropuerto de Beauvais, a una hora del centro de la ciudad; pero al ser un aeropuerto tan pequeño fue todo muy fácil.

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¿Cómo llegar del aeropuerto de Beauvais a París?

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En la salida no había casi gente y justo después de las puertas de entrada están las máquinas para coger los tickets del bus que te lleva directo a París. Los tíckets valen 17€ ida y 34€ ida y vuelta, así que no te ahorras nada cogiendo la ida y la vuelta en ese momento; decidimos coger simplemente ida, por si las moscas. Nada más llegar al autobús, a los 2 minutos, este puso rumbo a París centro. Todo fue muy rápido y muy sencillo. Cuando llegamos a la estación de Port Maillot (estación a la que llegan los autobuses lanzaderas de este aeropuerto y que se encuentra en frente del Palacio de Congresos) tuvimos que coger el metro de la línea 1 (amarilla) para llegar hasta nuestro alojamiento; es la línea de metro que te cruza parís de este a oeste pasando por los atractivos turísticos más importantes. Una vez allí, dejamos las maletas y salimos pitando para aprovechar al máximo nuestra corta estancia en la ciudad del amor.

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Comenzamos...

La primera parada que hicimos fue en el Hotel de Villé, el ayuntamiento de París; hotel no significa lugar para dormir, sino edificio importante de la ciudad. Estuvimos viendo la imponente plaza con su edificio correspondiente decorado con motivo de los Juegos Olímpicos ya que serán allí los próximos en el 2024; además, por desgracia, estaba iluminado con los colores de la bandera Ucraniana en apoyo al país por la guerra con Rusia. Curiosamente, en el free tour de después nos explicarían que esa plaza fue el escenario para todas las torturas y muertes con la guillotina en el periodo de la Revolución Francesa. Teníamos un free tour de “Misterios y Leyendas de Paris” a las 20:00h y decidimos acercarnos hacia el punto de encuentro, la Plaza Louis Lepine. Una vez en el tour, visitamos varios puntos importantes de Paris; aunque en este tour no te explican la historia de los lugares sino sus leyendas, las cuales puedes creer o no. Los puntos de visita más importantes de la Isla de la Cité fueron:​

• Catedral de Notre Dame: Cuenta la leyenda que la puerta de Santa Ana fue hecha por el mismísimo demonio. Biscornet fue el encargado de hacer la puerta y trabajaba día y noche para poder terminarla a tiempo. Una noche que se quedó dormido dentro de la Catedral, el demonio de se apareció y le hizo una oferta que no pudo rechazar; a cambio de terminarla en una sola noche, Biscornet le daría su alma al diablo. Desesperado, Biscornet aceptó la oferta y el diablo termino la puerta en el tiempo prometido pero a cambio no recibió el alma. A partir de ese momento, Biscornet no estaba solo en ningún momento para que el demonio no pudiese aparecer.

• Santa Capelle (Sainte Chapelle): (Merece mucho la pena entrar a verla por dentro) Cuenta la leyenda que una noche de invierno y rumbo a París, un "comerciante" perdido se topó con una casa y decidió llamar para pedir refugio. Le abrió un señor pero había otro dentro que le dijo que el estaba también perdido y que llevaba el mismo rumbo que el "comerciante". Este era un arquitecto que iba a enseñarle al Rey los planos para construir la Sainte Chapelle. El supuesto comerciante, al irse todos a la cama, sacó de su bolsa otros planos y los comparó con los de aquel arquitecto y se dio cuenta de que él no tenia nada que hacer ante aquellos planos tan maravillosos. En plena noche, cogió los planos de su compañero, llegó a París y le mostró los planos robados al Rey. Resulta que el "comerciante" era en realidad otro de los arquitectos que iba hacia París para presentar también sus planos al Rey. Se cree que el proyecto es de Pierre de Montreuil; pero no es ni su nombre real ni son sus planos.

• Rue Chanoinesse: Cuenta la leyenda que en esta calle había una panadería al lado de una peluquería y como al panadero le iba mal el negocio ya que no le llegaba carne para hacer sus famosos pasteles de carne, intentó hacer un trato con el peluquero. A la Catedral de Notre Dame llegaban mucho jóvenes que estaban de paso por sus estudios; de esta manera, si estos morían nadie se enteraba. El panadero le pidió al peluquero que matase a sus clientes y los descuartizara para utilizar la carne en sus pasteles y de ese modo volver a tener el éxito del pasado. El peluquero accedió cobrando un tanto por ciento de las ganancias del panadero. Estuvieron haciendo esto, traficando con carne humana por un túnel que unía la panadería y la peluquería, hasta que uno de los clientes tenía un perro que se dio cuenta de su ausencia y alertó a los vecinos. De este modo, todo París se dio cuenta de que los famosos pasteles de carne en realidad eran pasteles de carne humana.

• Au Vieux Paris d'Arcole: Al lado de estos dos comercios se encontraba el restaurante más antiguo de todo París.

• Torre De Santiago (Saint-Jacques Tower): Parte de los restos de una iglesia del siglo 16; la iglesia fue destruida a raíz de la Revolución Francesa. La torre fue reconstruida.

• Rue de Nicolás Flamel: Cuenta la leyenda que esta calle lleva este nombre porque existía un hombre llamado así que se hizo con la piedra filosofal. Esta piedra te daba riqueza y la inmortalidad, así que como Nicolás compraba tantas propiedades teniendo simplemente un sueldo bajo, la gente no entendía de donde sacaba el dinero y creyeron que había encontrado la piedra filosofal y era un hombre rico. De ahí viene el personaje de Nicolás Flamel en la película de Harry Potter.

• Palacio de Justicia

• Pont au Change

Siempre intento coger este tipo de free tours por la noche porque en el viaje que hice a Escocia lo disfruté mucho y me encantó las cosas tan interesantes que nos contaron de la vida nocturna de esa ciudad. Después de haber hecho este mismo free tour nocturno en Roma y en París, ya no estoy tan convencida de que sea tan buena idea. No todas las ciudades tienen tanto misterio como Escocía, bajo mi punto de vista.

Una vez terminado el tour y después de haber escuchado todo tipo de historietas sobre la antigua Paris, nos dirigimos hacia la Plaza del Museo de Louvre para contemplar sus imponentes pirámides iluminadas. La noche estaba un poco fresca y después de sacar unas cuántas fotos nos fuimos para la entrada de metro más cercana que nos dejara cerca del hotel (Saint Mandé-línea 1, amarilla); una vez en la habitación, pedimos unas pizzas, ducha y a la cama.